viernes, 13 de diciembre de 2013

24. LAS PINGÜINAS.

Cuando nos portábamos mal, la abuela Glo decía que éramos unos pingüinos. La verdad es que, aunque alguna vez intuí a qué se refería, nunca terminé de entenderlo.

Nunca hasta que ayer, en las pingüineras de Puñihuil, el patrón del bote nos contó algunas curiosidades sobre la especie. Como por ejemplo, que son monógamos y las parejas duran toda la vida. Esto es tan así que, cuando la hembra muere, el macho lo pasa fatal, deja de comer y se abandona hasta que termina muriendo él también.

Cuando el que muere es el macho, la pingüina, sin embargo, no tarda en encontrar otra pareja. La muy pingüina.

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